Con gorro, guantes, bufanda y si se hubiera podido con una mantita, pues también. Es duro el invierno en Tabacalera… Pero ahí estuvimos disfrutando de seis improvisadores que se dejaron la piel.
Y claro, no puede ser de otra manera, cuando uno improvisa es lanzarte al vacío sí o sí. Evidentemente uno puede decidir tomar mayor o menor riesgo, o incluso pensar que asumes el riesgo y este no se produce…
Tras una pausa apareció The Geordie Approach, un grupo de dos noruegos y un inglés que estaban de gira por España. Sin palabras... Tremendamente completo, con efectos de pedales tanto en el saxo como en la guitarra, desataban la rabia y el control a la vez de una multitud de texturas. Las dinámicas durante la improvisación sorprendieron y les sorprendió. Mamen entró de nuevo y esta vez muy distinta, fue muy bueno verla trabajar ante lo desconocido. Nos hicieron vibrar, calentaron el cuerpo del espectador, que tan sólo quería levantarse y bailar. El saxo tomó protagonismo con sus registros y expresión que le hicieron levantarse de la silla y situarse en diferentes partes de la sala. Mamen aprovechó para apoyarse en su espalda y crear una perfecta pieza final junto a ellos.
Quiero agradecer a Ricardo y a Juan que nos mandaran esta propuesta organizada por Música libre dentro del ciclo Imprevisto.
También a Mamen por su valentía y material artístico, su evolución y madurez que nos hablan de la vida. Todo un gusto ver el crecimiento de creadores que se dejan la piel ante situaciones desprovistas de artificio, tal cual.
Fotografías:
Gema Segura