El sábado 8 de enero estrenamos el año en Espacio Menosuno con una actuación de Masuno en Escena, una vuelta al "hogar".
Es decir, Artur Vidal al saxo, Miguel A. García con la electrónica y Alexander Bruck con el violín tarahumara, instrumento que rara vez se ha visto en España y Malin Astner con la danza.
Resulta gratificante escuchar tan diferentes timbres empastando perfectamente en un dialogo de largos y susurrantes pianissimi con picos desesperantes de expresión. La capacidad para explotar sonoramente cada instrumento, de forma a veces inaudita, encajaba gratamente con la capacidad expresiva de los movimientos de Malin y cómo utilizaba los medios que la sala ofrecía. Una vez más hemos asistido a una interesante muestra de música y danza, que me anima primero a pensar y después aplaudir la conveniente unión de dichas artes cuando se trata de improvisar.